Moda, Ética, y Responsabilidad social
El sector de la moda es acusado con frecuencia de explotar trabajadores en el tercer mundo, fomentar el consumismo y la ansiedad, e incluso se le hace responsable de enfermedades como la bulimia o la anorexia. Dentro de este ambiente de crítica, el marketing recibe también su parte por quienes consideran que por él se crean necesidades y se incita a un consumo superfluo, o bien que se abusa con las políticas de precios o las tallas que se venden. Dentro de la responsabilidad social de la empresa se pueden concretar tres áreas fundamentales:
- Aspectos laborales.
- Aspectos medioambientales.
- Aspectos sociales de la moda.
En este punto es necesario que maticemos que las organizaciones pueden elegir cinco enfoques a la hora de establecer sus estrategias de marketing: el enfoque producción, el enfoque producto, el enfoque ventas, el enfoque marketing y el enfoque marketing social. Está claro que todas esas críticas le corresponden en su caso al enfoque ventas y no debería ser culpado el marketing por uno de sus enfoques, sino quien lo usa.
Esta entrada del blog la he querido incluir por la reciente edición de la Ethical Fashion Show (Desfile de la Moda Etica) de París, que se realizó en octubre 2007. Este evento exige a sus participantes el cumplimiento de una serie de requisitos, como respetar un código de buena conducta en la producción de las prendas.
El contenido del código de buena conducta se compone del compromiso en el respeto de las normas establecidas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), protección del medio ambiente y la promoción del trabajo de los artesanos locales. Es normal por tanto que entre las empresas que participan en dicha pasarela, algunas pertenezcan a la Federación Internacional del Comercio Justo.
Son cada vez más las empresas que implantan el concepto de responsabilidad social corporativa, donde lo importante es generar valor para todas las partes implicadas en la empresa: accionistas, empleados, clientes, proveedores, etc. aunque para someterse al código de buena conducta quizas falten aún muchos años, y una muestra de ello se abría paso entre los medios de comunicación tras el descubrimiento que hacía la publicación The Observer sobre el uso de niños por parte de uno de los proveedores de la empresa Gap.
La empresa indicó que consideraba inaceptable el que sean niños quienes trabajen en la fábrica, y que por norma no usan trabajo infantil. También indicaron que en 2006 habían rechazado a 23 proveedores por no cumplir con sus estándares.
La responsabilidad social corporativa tiene cada vez mayor importancia para consumidores, accionistas, y administraciones públicas, aunque es una lástima que solo a través de la denuncia de medios de comunicación sea cuando actúen esas empresas para comunicar que han corregido el problema y rescindido el contrato con el proveedor. Aunque todas esas acciones seguro que se hacen con muy buena voluntad, está claro que no son suficientes y que es necesario el establecer sistemas que obliguen al proveedor para vender en los mercados del llamado primer mundo. Hasta cuando tendremos que esperar lo desconozco, pero si que tengo claro que si queremos que la globalización funcione, al menos se deben establecer y mantener sistemas que limiten los abusos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario